sábado, 31 de marzo de 2012

Gervasio Sánchez nos enfrenta a lo que no queremos ver

Las humedades, la oscuridad y los desconchones de la antigua Tabacalera de Madrid hacen sentir en la piel del visitante el frío de la muerte y la injusticia que contagia la Antología del fotoperiodista Gervasio Sánchez (hasta el próximo 10 de junio en la calle Embajadores nº53, entrada gratuita).
La muestra, de 148 imágenes, hace un recorrido por las distintas etapas profesionales del galardonado en 2009 con el Premio Nacional de Fotografía: América Latina, la guerra de los Balcanes, los conflictos de África, las vidas minadas y los desaparecidos.
Sánchez no se limita a enseñar sólo lo que ocurre en un momento determinado en un lugar concreto del mundo. No es sólo la fotografía, la captura del momento. Nos relata también cómo cambia la vida de algunas de las personas que han perdido un ser querido, o cómo crece un niño que ha sufrido una desfiguración a causa de una mina antipersona. Nos muestra el horror de los conflictos, la vida que sigue su curso pese a ellos, pero sobre todo nos atrapa con la mirada de los muertos y la desazón de los que se quedan.

Esta exposición contiene algunas de las grandes fotografías grabadas en la retina del imaginario colectivo sobre los conflictos más recientes. También otras inéditas del reportero, que empezó a trabajar en América Latina de forma autodidacta. Yo me quedo con la imagen de Sofia Elface Fumo, víctima de una mina antipersona en Mozambique, junto a su pequeña Alia, premiada con el Premio Ortega y Gasset de Fotoperiodismo en 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario