domingo, 20 de octubre de 2013

Emojhistéricos

Sandra Bulos

Queridos amigos WhatsApperos. Una vez aclarado que el doble check no significa que tu pareja haya leído tu mensaje, vamos a hablar de algo que me parece vital para poder seguir conversando con ciertas personas sin sentir a cada minuto la imperiosa necesidad de bloquearles.

¿Me queréis explicar por qué ese abuso de los emoticonos? ¿Soy la única a la que le mandan emojis freaks sin parar?


Odio especialmente estos cuatro:


Cuando alguien me manda este emoticono, sé que no podremos llegar lejos en nuestra amistad. Tampoco iremos mucho más allá si me envían la carita hermana de esta, la que en vez de partirse de risa con los dos ojos cerrados y la lengua fuera lo hace con un ojo abierto. Es inquietante. Os propongo una alternativa que ME ENCANTA. Sencillamente:
;)






Este es el más odioso de todos. El emoticono al que se le caen las lágrimas a chorros. ¿Pero qué mierda es ésta? Hay quien lo usa como diciéndonos: "me parto de la risa", pero a mí me dan ganas de mandarle a tomar por culo. Nadie se ríe ni llora (que en realidad es lo que está haciendo) así.








Aquí uno de vuestros favoritos: el que se parte con dos lagrimones. Me parece bien que alguna vez lo uséis, no vamos a negar la evidencia, nos ahorra el manido jajaja, jejeje o jijiji. Pero quiero aprovechar este post para aclarar a todas esas personas que le dan al botón compulsivamente hasta que me bloquean cuatro líneas enteras de la pantalla que con que lo pongan una vez ya me entero.



El palmero. Este delata a cierto tipo de personas cuando cuentas algo que te ha pasado o mandas alguna buena noticia, algo chulo, a un amigo o a un grupo. Pongamos un ejemplo: cuentas a tus amigas de la carrera que has encontrado trabajo. La mayoría de ellas se alegran, te preguntan (dónde, cómo, qué tal...). Pero siempre hay una que, en vez de decirte que se alegra por ti, da rienda suelta al emoticono del aplauso y así se ahorra el darte una alegría. Es el equivalente al "qué bien" y cambio de tema.






Hace unos días, entre los miles de correos que recibe Sandra Bulos con sugerencias para realizar posts, me llegó uno que me dio que pensar. Una amiga a la que llamaremos Lasusi, consideró algo que deberíamos proponer todos los damnificados por el diccionario Emoji: QUE LOS EMOTICONOS SE GASTEN. Como las vidas en los videojuegos.



Sí, que si los usas demasiado, es decir, que si eres un emojhistérico, te quedes sin ellos durante unos días. Que tengas un máximo al día para dejar de spammear a la gente a la que escribes o que te tiene que soportar en grupos de los que resulta descortés desaparecer, sobre todo porque el dichoso WhatsApp se chiva, el muy capullo.

Y yo añado a la propuesta: que no se puedan poner más de dos exclamaciones y/o interrogaciones seguidas, recibir mensajes así denotan una cierta histeria que no viene al caso cuando se trata de, por ejemplo, contar un chiste malo.

Por cierto, tanta plantita inservible en el Emoji, tanto edificio, iglesia y demás chorradas, y no nos dejan poner una buena peineta ni un emoticono que exprese bien una frase que me viene mucho a la mente cuando chateo: "Me tienes hasta los cojones".

¿Para qué queremos este emoticono en España? ¿Dónde está el Emoji de la paella?

¿Y esta tontería? ¿Why?

Dicho todo esto, me despido con mi Emoji favorito, no sin antes haceros una pregunta para la que me gustaría encontrar una respuesta. ¿De qué vive la empresa que ha montado WhatsApp si nos deja mandar mensajes gratis a mansalva?


Hasta otro día, pataliebres.

4 comentarios:

  1. Sandra...con esta publicación te has salido!! (sólo pongo 2 !) qué risa al leerlo, qué frescura de post y sobre todo...cuantísima razón tienes

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    1. Gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. Pues tienes razón, Sandra.

    yo no sólo odio los emoticonos, sino que además no los veo (cosas de la edad, snif!). Para mí son manchitas (casi siempre amarillas) intrigadoras y frustrantes.

    En fin!

    Lo que sí creo es que Whatsapp se financia igual que Google: te espía tus gustos, tus conversaciones, tu "estilo" y vende esta información a empresas de publicidad para enfocar más el tiro.

    quélevamoaseh!

    JC

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    1. En realidad sólo odio unos cuantos, hay otros que ahorran tiempo. Y, jc, ¿no te salen cuadraditos cuando no te llegan los Emojis? jajaja

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