martes, 11 de febrero de 2014

Miraver y Harry Potter: Deliciosas Nimbus2000.


Cuando una es  freak y madre al mismo tiempo, corre el riesgo de que sus pollitos salgan también freaks…ojo! No lo digo como una debilidad sino como una fortaleza que me facilita y me alegra la vida.

A Iñaki, desde muy pequeñito, le ha fascinado el universo mágico de Harry Potter. Prefería ver una peli de “personas” (de Harry Potter, por supuesto) antes que una de dibujos animados. Creo que su cicatriz en la frente (recuerdo de una brecha que se hizo cuando tenía un añito)  y su uniforme de Gryffindor  (que le trajeron los Reyes Magos) le hacían sentirse parte de ese mundo. Igual hasta pensaba que no era un muggle.

 
En 2011, cuando estaba en plena fase Hogwarts, se me ocurrió preparar unas brochetas de chuches muy especiales. Escobas voladoras como la nimbus2000 de Harry.

Nimbus2000 diferenciadas por colores según los escudos de cada casa y el eslogan según el Sombrero Seleccionador.
Para las escobas utilicé palos de madera (de brocheta), una brocha que desarmé para quedarme sólo con los pelitos y gomas pequeñas para sujetarlos.

Las gominolas seleccionadas con los colores de las cuatro casas de Hogwarts. Cada gominola en el recipiente de su color (ejem, ejem...)


Cada brocheta llevaba un marcapáginas con el escudo de las cuatro casas y el lema de cada una de ellas. Aquí podéis descargar las plantillas





 
Por supuesto, somos de Gryffindor :)
Colocamos todas las brochetas en el baúl de Harry (complemento de su disfraz) y fue al colegio con su mejor sonrisa, sintiéndose un cumpleañero muy especial.  
Ese día Harry fue a Hogwarts con su mejor sonrisa y sus dientes de ratón <3



Y si pensáis que es demasiado freak....siento deciros que aún hay más. Al año siguiente me superé y preparé cake pops con la snitch dorada...
 

 




 



 

 

martes, 4 de febrero de 2014

Bizcocho fitness? Sí, es posible



Dicen que hablar de comida durante una sobremesa o durante una comida, es un gesto muy español. Si cambiamos el escenario por una sala de fitness del gimnasio, ya no tengo nada que añadir!.
 
 
La semana pasada, después de un entrenamiento de esos para recordar, mientras estirábamos y nos relajábamos un poco, mis amigos A&A me hablaron de un rico bizcocho que toman ellos para desayunar (deberíais ver los músculos tan perfectos de A&A). Un bizcocho fitness. Energizante. Low fat, low carb, low cost...No engordante?? rico? Todo junto? (y en sólo cinco pasos).
 
 
Con su receta y algunas modificaciones conseguí este bizcocho, que está a medio camino entre el angel food cake y un bizcocho de yogurt, con el punto saludable del salvado de avena. En casa no ha triunfado, pero claro, sin mantequilla, sin nata, sin chocolate...lo tenía muy difícil. Ellos son más de bundt cakes, tartas oreo y esas cosas.
 
Podéis conseguirlo del sabor que más os guste sólo cambiando el yogurt y la mermelada por vuestro sabor favorito. Es un buen dulce para matar el gusanillo sin cargarte de calorías.
 
 
INGREDIENTES
2 huevos (talla L)
4 claras de huevo (yo uso las que venden ya pasteurizadas)
1 pizca de sal
9 cucharadas soperas de salvado de avena
2 yogures de sabor (yo utilicé de frambuesa)
1 cucharada sopera de mermelada "diet" de frambuesa
1 cucharada sopera de edulcorante (yo utilizo estevia en polvo)
1 sobre de levadura química (tipo Royal)
 
 
 
 
ELABORACIÓN
1. Monta las claras con una pizca de sal a punto de nieve. Reserva.
2. En un bol mezcla el resto de ingredientes hasta conseguir una masa homogénea.
3. Incorpora las claras a las mezclas con movimientos firmes pero cuidadosos girando el bol e integrando bien todos los ingredientes y manteniendo la espuma.
4. Vuelca la mezcla en un molde de silicona y hornea a 180ºC durante 50 minutos (o hasta que al pinchar el bizcocho, la aguja salga limpia).
5. Desmolda y deja enfriar sobre una rejilla.